Por mucho tiempo, se pensó que la energía solar iba a estar limitada por el clima. Muchos calcularon que eso, a la larga, iba a imposibilitar su instalación en regiones lluviosas o con altos índices de nubosidad. Esto motivó a que miles de científicos buscaran la manera de lograr que esta tecnología, tan benéfica para la humanidad y el medio ambiente, pudiera ser rentable y llegara a propagarse por el mundo.
La energía solar actual opera bajo circunstancias atípicas
Los nuevos sistemas de captación de los rayos solares no se ven perjudicados por factores que antes impedían la generación de energía y calor. El progreso en el área de la ingeniería de materiales, la física y la química permiten que estos sistemas ecológicos, amigables con la sociedad y fáciles de instalar se vuelvan la elección más apropiada para todos los que desean conseguir la independencia energética.
Ya no hace falta una descarga calórica constante
Estos calentadores son capaces de funcionar con temperaturas de hasta por debajo de los cinco centígrados negativos. Esto se debe a que no funcionan con un sistema tradicional de conversión del calor a energía, sino que sacan provecho de la descarga luminosa y la maximizan para sacarle todo la funcionalidad posible.
Los tanques de aislamiento actuales evitan la pérdida de calor prácticamente en su totalidad, operando como termos a presión. Esto posibilita que el mismo calor del agua almacenada sirva para calentar al agua nueva que entra.
Tubos presurizados hechos con materiales revolucionarios
Mediante la incorporación de tubos hechos a base de un cobre ultra fino y reforzado, cubiertos por una capa de un aluminio especial que ha sido diseñado para retener la mayor cantidad de calor y potencializar los efectos de la radiación energética secundaria, se garantiza el flujo constante de agua a presión, la cual recibe una conversión en su temperatura de una manera rápida y duradera.
Generar energía bajo las nubes
Hace apenas unos años, los paneles dependían de días que fueran soleados en su totalidad para poder operar. Afortunadamente, ahora esto ya no es necesario. Una vez entra el calor, estos materiales, acompañados por su diseño compacto que evita cualquier escape, se encargan de mantener fluyendo el agua caliente hasta que esta sea utilizada.
No hace falta que el sol esté presente todo el tiempo
Obviamente, hablar de un sistema de energía solar que funcione sin el sol es una incongruencia. El sol hace falta, pero debido a los descubrimientos más recientes, que hemos listado, la temperatura no tiene que ser muy alta para que estos dispositivos funcionen adecuadamente. Cada vez se depende menos de la claridad del cielo y se ha logrado aprovechar los rayos solares difusos que son capaces de atravesar las nubes indirectamente.
Tecnología de punta
Los sistemas de generación de vapor caliente se activan con apenas unos cuantos minutos bajo el sol. En esta misma línea, los tubos que reciben la radiación ultravioleta y que se alimentan con la temperatura ambiente son capaces de calentarse con lecturas térmicas muy bajas. Los tubos se estimulan con la más mínima presencia solar debido a la presión interna y al flujo constante de agua caliente que tienen por dentro.
La facultad de romper el vínculo con las energías tradicionales
La tecnología actual finalmente está permitiendo que las personas consigan la independencia energética que tanto han anhelado. Podemos elegir hacer el cambio hacia un estilo autónomo, ecológico y seguro, para así dejar atrás los altos costos y el impacto ambiental.